De donde no hay...

Que el Xerez empatara ante el Granada se debe a dos cosas. Una, al árbitro, porque nos regaló el penalti y dos, por el propio Granada, que en vez de rematarnos cuando pudo nos dejó coger aire hasta que les apretamos las tuercas los últimos diez minutos.

Sinceramente: ¿alguien piensa todavía que este equipo puede ascender a Primera? Es más, yo ya dudo de que nos lleguemos a clasificar para el play off.

El Xerez sigue siendo más previsible que un capítulo del Correcaminos, falta el juego por bandas y encima se juega andando. ¿Así queremos subir a Primera? Por favor, sólo pido que entrenador y jugadores dejen de lado la palabrería y las promesas y jueguen más al fútbol. Que le echen coraje, ganas, que miren a la grada, a esos 10.000, 9.000 o 8.000 y se partan la cara.

Tres puntos balsámicos

Ultimamente tengo bastante desatendido el blog. El trabajo, la pereza y el mal juego del Xerez han ido mermando mis ganas de escribir por aquí. Espero poco a poco ir volviendo a escribir más.

En lo futbolístico, lo importante es que ganó el Xerez después de mucho tiempo. Lo hizo ante el correoso filial del Villarreal y pidiendo la hora, pero lo importante es que se consiguieron los tres puntos en un partido bastante serio de los de Javi López.

Desde luego, se antojaba fundamental esta victoria para que los puestos de play offs no se nos escaparan aún más. Ahora llega el Granada, un rival al que le tengo muchísimo respeto, sobre todo después de la manita que nos hicieron allá en Los Cármenes. Difícil, por no decir imposible, es que el Xerez haga la machada de devolverles el 5 a 0, pero por lo menos espero que plante cara y pueda conseguir una victoria que refrenda la mejoría del equipo y, sobre todo, que devuelva la ilusión a una afición que ya, más que molesta, se estaba mostrando apática ante el mal juego de los suyos.

Muchos ánimos, Miki

Aunque una noticia como esta siempre es dolorosa le pase a quién le pase, el hecho de que se trate de un exjugador de tu equipo siempre te toca un poco más la fibra.

Hoy se conocía que Miki Roqué, defensa del Betis, tiene que ser operado de un tumor maligno en la pelvis que le obligará a dejar el fútbol por unos meses. Toda una putada tratándose de lo que es y de que el chaval estaba empezando a disfrutar de verdad del fútbol después de pasar por varios equipos en los que no contó con muchos minutos.

Desde aquí, mucha suerte, muchos ánimos y a recuperarse, que es lo importante.

La vida sigue igual

Entre unas cosas y otras, hacía tiempo que no escribía por aquí. A decir verdad, la mala imagen que da el equipo contribuye a ello.

La última vez que escribía lo hacía tras el partido del Numancia, donde el Xerez caía derrotado. Luego vendrían los otros varapalos ante Córdoba y Tenerife y ayer, ante el Nástic, un equipo ramplón a más no poder que, así y todo, le pudo a un Xerez muy pero que muy triste.

Y es que, no sé que le puede pasar al equipo. No sé si esto será una pájara como la que ha tenido el Betis, si es que los jugadores están desmotivados porque ya no están a muerte con el entrenador -como ya se empieza a escuchar-, si es que hay 'Josemaridependencia' o si es que, definitivamente, no hay más cera que la que arde. Quiero pensar que esto último no es el motivo, porque creo que equipo hay, por lo menos, para quedar entre los seis primeros. Lo de Jose Mari puede ser, ya que el sevillano está cuajando una gran temporada, pero sería un craso error tener que depender de un solo jugador.

¿Dónde estriba el problema? Todas las miradas, una vez más, se centran en el entrenador. La grada ya clamó ayer en masa por su destitución, algo que ahora mismo, a día de hoy, se antoja como una utopía. Si bien el equipo volvió a dar una de cal y otra de arena -una buena primera parte y una segunda desastrosa- a su favor hay que decir que en el primer gol, Javi López no puede empujar a Chema para que salga a blocar la pelota, en lugar de quedarse en tierra de nadie, igual que en el segundo no podía saltar al campo para pegarle una tarascada a Sanchón, algo que debería haber hecho Llorente en lugar de recular y dejarle chutar. Eso sí, en su contra también se podrían decir otro buen puñado de cosas, entre otras cosas, que el equipo debe aprender a defender las jugadas a balón parado.

En cuanto a la psicología, también parece que se echa en falta, ya que sólo así se explica que el equipo, cuando encaja un gol, parece que vea a los siete jinetes del apocalipsis, porque se viene abajo de una manera inexplicable.

Así que con este panorama, ya me diréis si el equipo está en condiciones, no sólo de intentar lograr el ascenso, como así ya hablan desde el nuevo presidente, Antonio Millán, hasta el propio Javi López, sino de entrar en el play off. Si no se pone un remedio urgente, la cosa pinta mal, porque no sólo ganan los de arriba, sino también los de abajo, y más nos vale no vernos luchando por no descender tal y como está la cosa.

La foto es de Pascual, compañero de Diario de Jerez.