Pero al menos lo echaron. En este Xerez Deportivo, en el que casi todo se hace tan mal, la despedida de Jose Ángel Ziganda no podía ser menos. Ha sido con nocturnidad y de mala manera, porque el hombre ha sido el último en enterarse. Ziganda llegaba a las oficinas del club pasadas las nueve de la noche para conocer que era destituído como técnico de la primera plantilla. Será Poyatos el que se haga cargo del equipo en la Romareda.
La pregunta es por qué se ha esperado a hoy para destituirlo. ¿Por alinear a Míchel ante el Valencia? No parece lógico, la verdad. La cuestión es que se ha desaprovechado un excelente momento, como fueron las Navidades, para haber traído a otro entrenador que le diera aires nuevos al equipo.
Ahora llega la otra gran cuestión. ¿Quién ocupará el banquillo del Xerez? A mí, sinceramente me gustaría David Vidal. Es un tipo que ha vestido la camiseta azulina, que conoce a la plantilla ya que es un asiduo de Chapín y que en no pocas ocasiones ha transmitido su interés por entrenar en este club. Además tiene carácter y seguro que lo transmitiría a la plantilla. Y si no logra salvar al equipo, cosa más que probable, nos puede servir para Segunda.
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