Que sí, que vale, que el árbitro se equivocó al no pitarle un penalti al Xerez el día del Alcorcón, pero que no perdimos por eso, sino por nuestra defensa, que pareció de chiste.
Y sí, que las primeras dos derrotas llegaron porque el equipo estaba en rodaje, y que la que llegó ante el Huesca se debió a la poca concentración de los jugadores.
Ahora Javi López se está quejando del césped. Bien es verdad que está que da pena. Lo veo todas las mañanas cuando voy al gimnasio y es lamentable que el Alcorcón, con todos mis respetos, tenga un césped de lujo y nosotros uno de regional. Pero bueno, que a lo que iba, que parece que el entrenador ya está empezando a poner excusas a un par de días del partido ante el Villarreal B.
Y lo dicho. No digo que el árbitro no tuviera algo de culpa en la derrota del sábado, que los jugadores salieran confiados ante el Huesca y que se viera reflejado en las dos primeras jornadas la poca compenetración de un equipo con muchísimas caras nuevas. Pero tampoco hay que olvidar que Javi López lleva ya varios meses al frente de esta plantilla y todavía parece que no ha encontrado la tecla, muy a mi pesar después de creermelo tras las cuatro victorias seguidas. Lo más preocupante es que las derrotas están produciéndose por goleadas. En los dos últimos partidos hemos encajado seis goles, el Cartagena nos metió cuatro y solo ante el Barça B perdimos por la mínima (2-1), lo cual también demuestra que el equipo se ve a merced de su rival.
En fin, que ahora llegan dos partidos muy duros. El primero, ante un filial con un gran potencial y luego, fuera ante el Granada, un equipo que ha ido de menos a más. Tras estos dos partidos se podrá ir viendo por qué puede acabar jugando el Xerez a final de temporada. Si para luchar por entrar en la fase de ascenso o por no perder la categoría.
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