Nos las prometíamos todos muy felices con la visita del antepenúltimo a Chapín y al final nos quedamos con cara de tontos. Es lo que tiene la Segunda, una competición muy igualada y en la que cualquier equipo te puede pintar la cara.
La verdad es que el Huesca ganó porque planteó mejor el partido que el Xerez, porque metió dos goles (el primero y el último) que no se ven ni en la Play y que desbarataron los planes de los de Javi López. El primero, por inesperado, y el tercero, porque truncó las posibilidades de la remontada, justo cuando Font había acortado distancias.
Bien es cierto que no fue el día del Xerez. Capi y Cordero casi desaparecidos, las bandas, aquellas que tanto peligro causaban antes, también fallaron. Mendoza y Redondo, los laterales, hacían funciones de extremos y, si no, Jose Mari y Bermejo. Y la verdad, ver al cántabro centrando en vez de rematando, daña a la vista.
Y hay que recordar que, para ganar los partidos, hay que tirar a puerta. En la primera parte conté un remate de Capi y hasta la segunda, no conté otro, creo que tras un córner. Luego vino el gol y creo que poco más. Total, 3 ó 4 remates en 90 minutos. Así, como es lógico, no se gana un partido.
En cuanto a los posibles penaltis, la verdad, no sé si fueron o no. Desde la grada no se aprecian bien y no he visto los resúmenes de la tele.
Total, que hay que espabilar. Se ha perdido una muy buena oportunidad para habernos situado de una vez por todas entre los cuatro o cinco primeros. Todavía es pronto, sí, pero si se quiere luchar por quedar entre los seis primeros no se pueden tirar los partidos de esta manera.
Y ahora, el Alcorcón. Los de Anquela están arrancando bastante bien y en su campo, un campito de Segunda B, se están mostrando bastante fuertes. Esperemos que en Madrid, el Xerez vuelva a encontrar la senda de la victoria.
La fotografía es de Miguel Ángel González, compañero de Diario de Jerez
No hay comentarios:
Publicar un comentario