Manita, pero buena imagen en el Bernabéu

Bueno, era lo previsible, ¿o no? La cuestión no es que el Xerez haya caído cinco a cero, que no haya sumado ni un punto aún, que todavía no sepa lo que es marcar un gol en Primera ni que sea colista. No. La cuestión es que durante muchos minutos, los que van del 20 al 70, el Xerez ha dado la cara en todo un Santiago Bernabéu ante el Real Madrid. Nos ha faltado lo de siempre, tener mordiente arriba.

El llamado miedo escénico, según lo definió Jorge Valdano, pudo con los nuestros en los primeros minutos. Ronaldo aprovechó nuestra caraja para marcar el uno a cero antes de llegar el minuto uno y ya nos empezamos a creer que a los nuestros lo mismo le caerían 10 ó 12 goles. Nada más lejos de la realidad. El Xerez no se olvidó de su estilo y, una vez pasado el susto, empezó a tocar y tocar. Viqueira tuvo el empate en una falta que mandó al larguero, los olés de la hinchada azulina callaron al Bernabéu y finalmente se llegó al descanso con la sensación de que el Xerez, a pesar de sus limitaciones, había plantado cara al Madrid.

En la segunda mitad, más o menos lo mismo. El Madrid tuvo mejores ocasiones, pero los de Ziganda seguían bien plantados. No fue hasta la entrada de Guti cuando el Madrid recuperó la pelota y se hizo definitivamente con el control del partido. Ronaldo, Benzema, Guti y Van Nistelrooy se encargaron de finiquitar el partido en apenas 10 minutos.

Nos volvemos a Jerez siendo colistas y con cinco goles en el zurrón, pero con el gustazo de haber hecho un buen partido y con el orgullo de haber escuchado desde la distancia que cinco mil valientes han callado con sus cánticos a 70.000 madridistas.