sábado, 5 de septiembre de 2009

Tiempo de reflexiones


Han pasado cinco días del debut -y de la derrota- del Xerez en Primera, tiempo suficiente para reflexionar y analizar con más calma lo que ha pasado y lo que nos queda por delante. Por una parte hemos comprobado que no somos un equipo de chiste. Ante el Mallorca demostramos ser mejores que ellos cuando aún jugábamos con once y que somos un equipo competitivo, al que le falta rodaje y acoplarse a la categoría, eso sí, pero que no está por debajo de los Espanyol, Sporting, Racing y demás conjuntos de la zona media de la tabla. ¿Que nos caerá alguna que otra goleada? Como a todos (ahí está el ejemplo del Atlético de Madrid esta pasada jornada). También nos hemos dado cuenta que aún tenemos que ganarnos el respeto que aún muchos no nos quieren dar. Estrada Fernández, por ejemplo, ya nos dio el primer aviso de que el Xerez va a tener arbitrajes raritos, pero es que ese respeto que nos hemos ganado ascendiendo como campeones de Segunda tampoco nos lo están dando desde otros sectores, como el de la prensa nacional. Empezando por el comentarista que narró el partido de Mallorca, con ese "Sherez" que dolía al escucharlo, pasando por las tertulias radiofónicas en las que ven al Xerez descendido en enero, y terminando en la forma de escribir nuestro nombre (señores de Tele 5, es con X, no con J). Incluso los profesionales de otros equipos nos ven como la Cenicienta de la Primera. Sin ir más lejos, Manolo Preciado, entrenador del Sporting, se refirió a nosotros durante su rueda de prensa tras perder ante el Barcelona: "Jugaremos con la misma intensidad ante el Barça que con el Xerez". ¿Es que acaso, señor Preciado, nos da como el peor equipo de la categoría? ¿No son ustedes, hoy por hoy, los últimos? ¿Es que se ven ustedes con mejor equipo que el de Ziganda? Porque yo, sinceramente, les veo peleando hasta la última jornada por no bajar, al igual que nosotros. Lo importante es que los jugadores se centren en lo suyo y callen muchas bocas, como así parece que quieren hacer. Ahora solo falta que nos acompañen los resultados.

Artículo publicado en La Voz, el 4 de septiembre de 2009

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