¿Sólo la novatada?

Septiembre ha sido siempre el mes por excelencia de las novatadas. En facultades, institutos y colegios mayores, los alumnos puretones siempre han procurado recibir a los nuevos a base de perrerías, por eso de que se vayan integrando con sus nuevos compañeros al nuevo curso. El Xerez, como nuevo en Primera, también está pasando un mes de septiembre lleno de novatadas. Sus nuevos compañeros de curso no le han dejado todavía puntuar y, además, tampoco han querido que marque un solo gol. Todo esto, claro está, para que se vaya dando cuenta que ser campeón de Segunda no quiere decir nada en la llamada Liga de las Estrellas. Pensaba yo que, tras el cinco a cero en el Bernabéu, los de Ziganda habrían espabilado. Enfrentarse a un Madrid en su feudo y ante tantas figuras imprime carácter y por eso creía que ante el Deportivo al Xerez se le vería más hecho. Pero nada más lejos de la realidad. Entonces, es cuando uno empieza a reflexionar. Si en cuatro partidos -suficientes, creo yo, para haberle cogido el truco a la categoría- nos siguen tratando como a pardillos, algo falla. ¿Será el sistema? ¿Será la suerte? ¿Será que no tenemos un equipo cualificado para la Primera? Desde luego, no vamos a negar que el equipo es muy justito. Ziganda bastante ha hecho, porque entrenar en pretemporada sin jugadores y en un campo diferente cada día manda narices. Que te fichen a la mayoría de la plantilla en la última semana sin apenas tiempo para preparar en condiciones tu debut, manda narices. Y que el que pone el dinero en el club haya dado la impresión de estar más interesado en ingresar dinero de los abonos que de gastarse los cuartos en los jugadores, manda narices. Por eso, habrá que pensar que el Xerez no solo está pagando la novatada. Está pagando el haber hecho una mala pretemporada y el haber fichado a destiempo a jugadores que quizás están aún muy verdes para la categoría. El mes de septiembre acaba para el Xerez este domingo en Cornellá ante el Espanyol. ¿Espabilará al fin el alumno?